«Los Borgia, la primera familia del crimen» de Mario Puzo

«- ¿Que ocurriría si Dios les concediera a los hombres un paraíso en la tierra obtenido sin dolor ni sacrificio?- comenzó diciendo-. Sin duda, el paraíso celestial dejaría de ser anhelado por los hombres. Además ¿como podría juzgarse entonces la sinceridad y la buena fe de los hombres?  Sin purgatorio no puede existir un paraíso, pues de ser así, ¿que insondable mal no seria capaz de concebir el

«Cumbres Borrascosas» de Emily Brontë

 “- Usted y yo- expuso- tenemos cuentas que arreglar con ese hombre que esta ahí fuera. Si no fuésemos cobardes, podríamos ponernos de acuerdo para la venganza. ¿Es usted tan mansa como su hermano y esta dispuesta a sufrir eternamente sin intentar desquitarse? – Estoy harta de soportarle- replique-, pero emplear la traición y la

«Kafka en la Orilla» de Haruki Murakami

«-  ¿Diluirse? –   Es decir, que cuando tu estas en el bosque, tu eres, sin fisuras, parte del bosque. Cuando estas bajo la lluvia, tu eres, sin fisuras, parte de la lluvia que cae. Cuando estas inmerso en la mañana, tu eres, sin fisuras, parte de la mañana. Cuando estas delante de mí, tu

Los pilares de la tierra de Ken Follett

“- Nunca se sabe – respondió Jack- Puede llegar el día en que salvajes como William Hamleig no estén en el poder, que las leyes protejan a la gente corriente en lugar de esclavizarla, y que el rey imponga la paz en lugar de la guerra. Pensad en ello. Un día en que en Inglaterra las

Un Árbol crece en Brooklyn, de Betty Smith

“La gente siempre cree que la felicidad es algo que se pierde en la distancia- pensó Francie-, una cosa complicada y difícil de conseguir. Sin embargo, !que pequeñas son las cosas que contribuyen a ella! un lugar para refugiarse cuando llueve, una taza de café fuerte cuando una esta abatida , un cigarrillo que alegre

«El lado oscuro del amor» de Rafik Schami

¿tu cuantos corazones tienes? «-Querida- había dicho su madre-, los hombres necesitan eso para aquietar su sangre, de lo contrario el semen se les sube a la cabeza y se dedican a hacer la guerra.- encendió un Hanum, una marca de cigarrillos popular entre las señoras. Clarie había gritado a Lucia por primera vez. Intentaba

«Sinuhé el egipcio» de Mika Waltari

«Aquella noche Minea y yo dormimos juntos, como en los antiguos tiempos, y reposo en mis brazos, respirando apoyada en mi cuello, y sus cabellos me acariciaban las mejillas. Pero no abuse de ella, porque un placer que no hubiese sido compartido por ella , no lo hubiera sido tampoco para mí. Creo, sin embargo,